El adolescente es nervioso en esencia, pero la ansiedad debe mantenerse controlada. La ansiedad incontrolada interfiere de manera negativa en la vida del adolescente. Una alta ansiedad provocará peores resultados en los estudios, problemas para relacionarse con los otros y problemas familiares.
Los adolescentes están en plena revolución hormonal, lo cual les hace tener cambios drásticos de humor y en ocasiones muestran una alta impulsividad e ira.
Desde el punto de vista neuropsicológico, durante la adolescencia se producen cambios en el cerebro en los cuales se modifican, eliminan y se establecen nuevas conexiones neuronales.
El adolescente se encuentra en una etapa de cambio pero a la vez de gran flexibilidad para incorporar conductas y hábitos, por lo que, según mi experiencia en consulta, considero totalmente recomendable acudir a terapia en caso de problemas de estrés, ansiedad, depresión, ira o impulsividad, fracaso escolar, apoyo y motivación en estudios e incorporación de objetivos personales.
Cristina León. Psicóloga Sevilla.
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