Los componentes centrales del TAG son la ansiedad y la preocupación excesivas. La ansiedad es una respuesta emocional que surge ante la anticipación de un peligro futuro, los peligros pueden ser internos o externos. La preocupación es una cadena de pensamientos sobre un peligro futuro en el cual hay incertidumbre sobre los resultados que se originarán, la futura amenaza se ve como incontrolable. La ansiedad es el sentimiento que acompaña a la preocupación.
Las preocupaciones más comunes incluyen la salud, la familia, los amigos, el trabajo, las relaciones sociales, los estudios, la economÃa y otras cuestiones cotidianas como tareas que se tienen que realizar y problemas domésticos. Las preocupaciones suelen ser similares entre las personas con TAG y las personas que no tienen ansiedad. En el TAG las preocupaciones son más frecuentes, persistentes, tienen mayor intensidad y son más difÃciles de controlar.
Las personas con TAG se preocupan por cosas que es difÃcil que sucedan, y si ocurren, suelen ser mucho más manejables y no tan dramáticas de lo que ellos piensan. Presentan preocupaciones constantemente y sólo son capaces de dejar a un lado una preocupación cuando surge otro tema de preocupación.
El trastorno suele comenzar en la infancia y adolescencia, pero es entre los 20 y 31 años cuando alcanza la categorÃa de trastorno al coincidir con el comienzo de la vida adulta, nuevos acontecimientos vitales, acumulación de responsabilidades y el surgimiento de problemas laborales y problemas de salud.
El curso del TAG es crónico pero con fluctuaciones dependiendo de si se atraviesan periodos de estrés. Muchas personas con TAG no buscan tratamiento psicológico porque aceptan el trastorno como una forma de ser o son tratadas por médicos generales que les prescriben ansiolÃticos. El TAG se presenta conjuntamente con otros trastornos siendo la fobia social, el trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno depresivo los más frecuentes.
En cuanto a la explicación del surgimiento del TAG existe una vulnerabilidad biológica y una vulnerabilidad psicológica. Aunque no parece haber una carga genética especÃfica, es posible que haya una hipersensibilidad neurobiológica al estrés genéticamente determinada. Esta vulnerabilidad biológica interactúa con una vulnerabilidad psicológica (percepción de que los eventos negativos son impredecibles e incontrolables). Por ello, ante la ocurrencia de eventos estresantes la persona responde con preocupación y ansiedad y su respuesta estará mediada por factores como las habilidades de afrontamiento y el apoyo social percibido.
La vulnerabilidad psicológica puede surgir como consecuencia de eventos traumáticos o muy estresantes (enfermedad, haber sufrido agresiones, conflictos con los padres o entre los padres) y de algunos estilos educativos (falta de afecto, sobreprotección) que favorecen un apego inseguro en la infancia. Las personas con TAG presentan a menudo algunas caracterÃsticas como perfeccionismo, dependencia y falta de asertividad al haber sido educados por padres sobreprotectores, muy exigentes y/o ansiosos.
Cristina León. Psicóloga Sevilla.